138.Salud Ósea: Osteoporosis y Osteopenia.

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Salud Ósea: Osteoporosis y Osteopenia

Una adecuada salud ósea es un pilar fundamental para mantener la calidad de vida y la independencia a medida que envejecemos. Sin embargo, enfermedades como la osteoporosis y la osteopenia afectan a millones de personas en todo el mundo, debilitando los huesos y aumentando el riesgo de fracturas. Comprender estas condiciones, sus causas, diagnóstico y sobre todo cómo abordarlas desde una perspectiva integral y natural es esencial para prevenir complicaciones y recuperar el bienestar.


¿Qué es la Salud Ósea y por qué es importante?

Los huesos son estructuras vivas que forman nuestro esqueleto y cumplen funciones cruciales: soporte del cuerpo, protección de órganos vitales, almacenamiento de minerales como el calcio y la producción de células sanguíneas en la médula ósea. Por eso, mantener la salud ósea significa conservar la densidad y calidad del tejido óseo para evitar fragilidad.

A lo largo de la vida, el tejido óseo se renueva continuamente mediante un equilibrio entre la creación (formación) y destrucción (resorción) ósea. Cuando este balance se altera, la densidad puede disminuir, dando lugar a condiciones como la osteopenia y, si progresa, la osteoporosis.


Definiendo Osteopenia y Osteoporosis

Osteopenia: El primer signo de alerta

Osteopenia es un término que hace referencia a una densidad ósea menor a la normal pero que aún no alcanza el nivel de osteoporosis. Es una señal temprana que indica que los huesos están perdiendo masa y están más débiles que lo habitual, aunque todavía no presentan un riesgo inmediato alto de fractura.

Se diagnostica principalmente a través de una prueba llamada densitometría ósea, que mide la densidad mineral de los huesos. Un valor T entre -1.0 y -2.5 indica osteopenia.

Osteoporosis: Cuando los huesos se vuelven frágiles

La osteoporosis es una enfermedad progresiva caracterizada por la pérdida severa de masa ósea y deterioro de la microarquitectura del hueso, lo que provoca fragilidad y un alto riesgo de fracturas, incluso ante golpes leves o sin causa aparente.

En la práctica clínica, se confirma con un valor T menor a -2.5 en la densitometría ósea. A medida que avanza, aparecen fracturas principalmente en la cadera, columna vertebral y muñecas, limitando la movilidad y calidad de vida.

“La prevención y cuidado de la salud ósea es la inversión más importante para conservar nuestra independencia y movilidad a lo largo de la vida.”


Causas y factores de riesgo

Por qué perdemos masa ósea

La pérdida ósea puede deberse a múltiples causas que alteran el equilibrio normal del tejido óseo:

  • Edad: Después de los 30-35 años, normalmente la formación ósea disminuye y la resorción aumenta.
  • Déficit hormonal: En mujeres, la menopausia provoca una caída en los niveles de estrógenos, hormonas esenciales para mantener la masa ósea. En hombres, la disminución de testosterona también influye.
  • Deficiencia nutricional: Ingesta insuficiente de calcio, vitamina D y otros nutrientes.
  • Estilo de vida sedentario: La falta de ejercicio que estimule la formación ósea.
  • Consumo excesivo de alcohol y tabaco: Son factores que aceleran la pérdida ósea.
  • Medicamentos: Uso prolongado de corticoides, antiepilépticos, entre otros.
  • Enfermedades crónicas: Algunas enfermedades como artritis reumatoide, hipertiroidismo o ciertas enfermedades gastrointestinales afectan la absorción de nutrientes y el metabolismo óseo.

Factores de riesgo heredados y ambientales

  • Historia familiar de osteoporosis o fracturas.
  • Frágil constitución física, baja masa muscular.
  • Edad avanzada, especialmente después de los 65 años.
  • Bajo peso corporal o pérdida rápida de peso.
  • Falta de exposición al sol, que limita la síntesis natural de vitamina D.

Síntomas y diagnóstico

¿Cómo detectar la pérdida ósea?

Un gran desafío es que tanto la osteopenia como la osteoporosis suelen ser “silenciosas”, es decir, sin síntomas evidentes hasta que se presenta una fractura. Sin embargo, en etapas avanzadas, pueden aparecer señales como:

  • Dolor óseo persistente o cambios en la postura.
  • Pérdida de altura con el tiempo.
  • Fracturas frecuentes resultantes de lesiones mínimas.

Herramientas médicas para confirmar el diagnóstico

El método más utilizado para diagnosticar osteopenia y osteoporosis es la densitometría ósea, una prueba que mide la densidad mineral de los huesos y permite clasificar el grado de pérdida ósea.

Además, el médico evaluará factores de riesgo, historial clínico, y puede solicitar análisis de sangre para descartar otras causas o evaluar niveles de calcio, vitamina D y marcadores óseos.


Tratamiento integral y terapias naturales

La salud ósea puede fortalecerse y cuidarse desde un enfoque integral que combina el tratamiento médico con terapias naturales, hábitos saludables y apoyo osteopático.

Dieta y suplementos para fortalecer los huesos

  • Calcio: Es el mineral esencial para la estructura ósea. Se recomienda consumir alimentos ricos como lácteos, almendras, semillas y vegetales de hoja verde. En casos de deficiencia, el médico puede prescribir suplementos.
  • Vitamina D: Facilita la absorción del calcio y es indispensable. La exposición moderada al sol ayuda a su síntesis. También se puede suplementar.
  • Magnesio, zinc y vitamina K2: Son cofactores importantes en el metabolismo óseo.
  • Dieta equilibrada: Rica en frutas, verduras y baja en sal y cafeína contribuye a un ambiente adecuado para la regeneración ósea.

Ejercicio físico adecuado

La actividad física regular es una de las mejores terapias para estimular la formación ósea y mantener la fuerza muscular. Se recomiendan actividades como:

  • Ejercicios de resistencia y carga (caminar, correr, bailar).
  • Entrenamiento de fuerza para mejorar la masa muscular y protección ósea.
  • Ejercicios de equilibrio para prevenir caídas.

Terapias manuales y osteopatía

La osteopatía y otras terapias manuales pueden ayudar a mejorar la movilidad articular, aliviar dolor y corregir posturas que «cargan» más los huesos debilitados. Además, contribuyen a mejorar la circulación y el equilibrio corporal, favoreciendo la recuperación y prevención de fracturas.

Aromaterapia y apoyo emocional

El bienestar emocional influye en la recuperación. A través de la aromaterapia, usando aceites esenciales como el de lavanda, romero o incienso, se favorece la relajación, mejora el sueño y reduce el estrés, factores que impactan positivamente en el sistema óseo.


Prevención: Clave para preservar la salud ósea

La prevención es fundamental, especialmente para quienes tienen factores de riesgo o antecedentes familiares. Algunas recomendaciones básicas son:

  1. Mantener una dieta rica en calcio y vitamina D.
  2. Realizar actividad física regularmente.
  3. Evitar el consumo excesivo de alcohol y tabaco.
  4. Consultar al especialista para detección oportuna.
  5. Incorporar terapias naturales que mejoren la calidad de vida.

Conclusión

La osteopenia y la osteoporosis no son sentencias inevitables. Con un diagnóstico temprano, un tratamiento oportuno y la integración de terapias naturales, podemos fortalecer nuestros huesos, evitar fracturas y mantenernos activos y libres de dolor. Recuerde que cuidar la salud ósea es cuidar un recurso vital para toda la vida

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