18.Fisiología del Sistema Inmunológico: Inmunidad Innata.

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Fisiología del Sistema Inmunológico: Inmunidad Innata

El sistema inmunológico representa la defensa natural del organismo contra agentes externos que pueden ser dañinos, como bacterias, virus, hongos y parásitos. Está conformado por un conjunto complejo y dinámico de células, tejidos y órganos que trabajan en armonía para protegernos frente a estas amenazas. Dentro de este sistema, la inmunidad innata actúa como la primera línea de defensa, brindando una respuesta rápida y generalizada frente a la mayoría de los patógenos.

En este artículo, exploraremos en profundidad la fisiología del sistema inmunológico, centrándonos en la inmunidad innata. A través de una explicación clara y detallada, entenderemos sus componentes, funciones y la importancia que tiene para mantener la salud y prevenir enfermedades.


Introducción al Sistema Inmunológico

El sistema inmunológico es esencial para la vida humana. Tiene la capacidad de distinguir entre lo propio y lo extraño, evitando ataques a los tejidos propios y destruyendo agentes peligrosos. Su funcionamiento se divide en dos grandes ramas:

  • Inmunidad innata: rápida y no específica.
  • Inmunidad adaptativa: específica y adquirida tras el contacto con un antígeno.

En este texto vamos a desglosar la inmunidad innata, su fisiología, y cómo contribuye al equilibrio homeostático y a la salud integral.


¿Qué es la inmunidad innata?

La inmunidad innata es la respuesta inmunitaria que nuestros organismos poseen desde el nacimiento. No depende de la exposición previa a un agente patógeno ni requiere un reconocimiento específico.

Su función principal es actuar de forma inmediata o dentro de las primeras horas tras la invasión microbiana para contener y eliminar el agente extraño. A pesar de no tener memoria inmunológica, resulta indispensable como primera barrera protectora.

Características principales de la inmunidad innata

  • Rapidez: Respuesta inmediata tras el reconocimiento del patógeno.
  • No especificidad: Reacciona ante una amplia variedad de microorganismos.
  • Reconocimiento de patrones: Detecta patrones moleculares comunes en los patógenos (PAMPs).
  • No genera memoria inmunitaria: La respuesta es similar si el mismo patógeno reaparece.
  • Inflamación como mecanismo central: Activa procesos inflamatorios para contener la infección.

Componentes principales de la inmunidad innata

La inmunidad innata se basa en una serie de barreras físicas, químicas y celulares que impiden la entrada o multiplicación de microorganismos. Desglosemos cada uno de estos componentes para comprender su fisiología.

Barreras físicas y químicas

Estas barreras constituyen el primer contacto con el ambiente externo y funcionan como un filtro que evita la entrada de patógenos.

  • Piel: Actúa como una barrera física impenetrable para muchos microorganismos. Su capa córnea y células especializadas forman una defensa sólida.
  • Mucosas: Membranas que recubren vías respiratorias, digestivas, urinarias y genitales, donde la secreción de moco atrapa partículas y patógenos.
  • Secreciones: Las lágrimas, saliva, sudor y jugos gástricos contienen agentes antimicrobianos, como enzimas y péptidos, que destruyen bacterias y virus.
  • pH ácido: El pH en la piel y en el estómago es hostil para muchos microorganismos, dificultando su proliferación.

Células de la inmunidad innata

Al llegar al nivel celular, la inmunidad innata está compuesta por numerosas células capaces de reconocer y eliminar patógenos rápidamente. Veamos las principales:

  1. Macrófagos: Son células fagocíticas que engullen bacterias y detritos celulares, liberando además sustancias inflamatorias que reclutan otras células.
  2. Neutrófilos: Constituyen el tipo de leucocito más abundante y son los primeros reclutados en un foco de infección para fagocitar y destruir microorganismos.
  3. Células dendríticas: Actúan como células presentadoras de antígenos, puenteando la inmunidad innata con la adaptativa al activar linfocitos T.
  4. Células NK (Natural Killer): Son responsables de destruir células infectadas por virus o transformadas (como células tumorales) sin necesidad de reconocimiento previo.
  5. Mastocitos: Participan en la respuesta inflamatoria liberando histamina y otros mediadores bioquímicos.

Moléculas y factores de la inmunidad innata

Además de las células, existen productos solubles que contribuyen a la defensa rápida:

  • Proteínas del complemento: Sistema en cascada que elimina patógenos por opsonización, lisis directa o inducción de inflamación.
  • Citoquinas inflamatorias: Moléculas señalizadoras que amplifican y coordinan la respuesta inmunitaria.
  • Péptidos antimicrobianos: Sustancias que destruyen bacterias y hongos a nivel de membrana celular.
  • Receptores de reconocimiento de patrones (PRRs): Receptores presentes en las células de la inmunidad innata que detectan patrones moleculares asociados a patógenos (PAMPs).

Fisiología de la respuesta inmune innata

Entender la fisiología de la inmunidad innata implica conocer cómo se activa y desencadena la respuesta al invasor en distintas fases y modalidades:

1. Reconocimiento del patógeno

Las células inmunitarias innatas expresan PRRs que reconocen PAMPs (Patrón Molecular Asociado a Patógenos), que son moléculas exclusivas de las bacterias, virus y hongos (como lipopolisacáridos, ARN viral o flagelina).

Este reconocimiento es esencial para activar los mecanismos defensivos. Algunos ejemplos de PRRs son:

  • Toll-like receptors (TLRs)
  • NOD-like receptors (NLRs)
  • RIG-I like receptors (RLRs)

2. Respuesta inflamatoria

Una vez activada la detección, las células inmunitarias liberan mediadores inflamatorios como citoquinas (IL-1, IL-6, TNF-alfa) y quimioquinas que atraen más células defensivas al sitio de infección.

La inflamación es un proceso fisiológico fundamental que se manifiesta con los signos clásicos: calor, rubor, dolor y tumefacción, indicativos de la movilización de recursos para eliminar el patógeno.

3. Fagocitosis y destrucción del patógeno

Los fagocitos (macrófagos y neutrófilos) engullen a los microorganismos y los destruyen mediante enzimas y radicales libres químicos en compartimentos intracelulares llamados lisosomas.

4. Activación del sistema del complemento

Este grupo de proteínas plasmáticas se activa de forma rápida en cascada para potenciar la opsonización (marcar patógenos para facilitar su captura), formar complejos de ataque que lisian bacterias y regular la inflamación.

5. Eliminación de células infectadas

Las células NK reconocen células del propio organismo que han sido infectadas o alteradas, y las destruyen mediante la liberación de perforinas y granzimas, promoviendo la apoptosis (muerte programada celular).


Importancia clínica y terapéutica de la inmunidad innata

La inmunidad innata no sólo es vital para la protección frente a infecciones, sino que también influye en:

  • Prevención de enfermedades crónicas: Una respuesta innata equilibrada evita inflamaciones crónicas que pueden derivar en patologías autoinmunes y metabólicas.
  • Activación de la inmunidad adaptativa: Sirve como base para que las defensas específicas se desarrollen de manera

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