317.Quiromasaje en el Lactante y Niño (Nociones).

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Quiromasaje en el Lactante y Niño (Nociones)

El quiromasaje es una técnica manual que ha demostrado beneficios significativos en el cuidado y bienestar de lactantes y niños. Aplicado por terapeutas especializados, este procedimiento no invasivo contribuye a mejorar la salud física y emocional de los más pequeños, aliviando diversas molestias comunes en sus primeros años de vida.

En este artículo exploraremos en profundidad las bases, beneficios y aplicaciones del quiromasaje en el ámbito infantil. Nuestro objetivo es proporcionar una guía clara y confiable para madres, padres, educadores y profesionales de la salud interesados en terapias naturales enfocadas al bienestar integral de los niños.


¿Qué es el Quiromasaje?

El quiromasaje es una técnica de masaje manual que combina diferentes maniobras aplicadas con las manos, como amasamientos, fricciones, presiones y deslizamientos, para influir en los tejidos blandos del cuerpo. Su finalidad principal es favorecer la relajación muscular, mejorar la circulación sanguínea y linfática, y facilitar los procesos naturales de curación y regeneración.

El término “quiro” proviene del griego cheir, que significa mano, destacando así la importancia del contacto humano en esta técnica. En el contexto infantil, el quiromasaje se adapta para atender las necesidades específicas tanto del lactante como del niño, respetando su delicada constitución y su sensibilidad.

Diferencia entre Quiromasaje y Otros Tipos de Masaje

Aunque todos los masajes comparten la utilización del contacto manual para promover bienestar, el quiromasaje se caracteriza por un enfoque más completo y profundo que combina técnicas específicas orientadas a tratar músculos y tejidos conectivos con una intervención precisa y personalizada.

Esto lo diferencia de técnicas más superficiales o recreativas, que pueden usarse para relajación general pero no para el tratamiento de ciertas dolencias o disfunciones.


Importancia del Quiromasaje en el Lactante y Niño

Los pequeños recién nacidos y niños en etapa de crecimiento atraviesan procesos vitales únicos, como la formación del sistema nervioso, la adaptación digestiva y el desarrollo musculoesquelético. El quiromasaje puede facilitar estos procesos mediante la estimulación adecuada y el alivio de malestares.

Beneficios físicos

  • Mejora la circulación: favorece el flujo sanguíneo y linfático, lo que ayuda a fortalecer el sistema inmunológico.
  • Alivio de cólicos y molestias digestivas: las maniobras específicas pueden reducir el dolor abdominal y favorecer la eliminación de gases.
  • Relajación muscular: minimiza tensiones y espasmos frecuentes en lactantes debido a posiciones prolongadas o movimientos tempranos.
  • Estimulación del sistema nervioso: contribuye a la maduración y regulación de las respuestas nerviosas, mejorando la calidad del sueño y el equilibrio emocional.
  • Mejora postural: facilita el desarrollo muscular y óseo adecuado, previniendo disfunciones posturales.

Beneficios emocionales y psicológicos

  • Fortalece el vínculo afectivo: el contacto manual y la atención directa promueven la sensación de seguridad y amor.
  • Reduce el estrés y la ansiedad: ayuda a los niños a calmarse y desarrollar mecanismos de relajación.
  • Mejora la comunicación no verbal: a través del tacto el niño aprende a expresarse y comprender sensaciones.

Indicaciones y Contraindicaciones del Quiromasaje en Niños

Indicaciones principales

El quiromasaje está especialmente indicado en situaciones frecuentes en la infancia que involucran malestar físico o emocional:

  • Cólicos del lactante
  • Trastornos del sueño
  • Tensión muscular o espasmos
  • Problemas respiratorios leves
  • Alteraciones digestivas como estreñimiento o gases
  • Necesidad de mejorar el tono muscular general
  • Apoyo en el desarrollo psicomotor

Contraindicaciones y precauciones

A pesar de ser una técnica segura y natural, existen situaciones donde conviene evitar o postergar el quiromasaje infantil:

  • Fiebre alta o infecciones agudas
  • Heridas abiertas, traumatismos recientes o inflamaciones
  • Alteraciones de la piel como dermatitis activa o eccema
  • Problemas cardíacos o respiratorios graves
  • Condiciones neurológicas no evaluadas
  • Reacciones adversas previas a masajes

Es fundamental consultar siempre con un profesional de la salud antes de iniciar cualquier tratamiento manual en lactantes o niños para garantizar su seguridad.


Técnicas Básicas del Quiromasaje para Lactantes y Niños

Al aplicar quiromasaje en niños, es necesario adaptar la presión, duración y maniobras al grado de desarrollo y tolerancia del pequeño. A continuación describimos algunas técnicas básicas que pueden emplearse.

1. Deslizamientos suaves (Effleurage)

Esta maniobra consiste en deslizar las manos suavemente sobre la piel, siguiendo la dirección de los músculos y vasos sanguíneos para promover relajación y mejorar la circulación.

  • Se realiza con la palma o los dedos aplicando movimientos amplios y lentos.
  • Ideal para iniciar la sesión y ayudar a que el niño se familiarice con el contacto.

2. Amasamientos delicados

Consiste en presionar ligeramente los músculos con las manos, realizando movimientos de compresión y liberación que favorecen la tonicidad muscular sin causar molestia.

  • Se utilizan las palmas y dedos, con movimientos circulares.
  • Permite reducir tensiones y activar la circulación local.

3. Movimientos de percusión ligera (tapotement)

Consiste en realizar golpes suaves y rítmicos con la mano relajada, ayudando a estimular el sistema nervioso y la respiración.

  • Se emplea con cuidado en áreas adecuadas y con regulación estricta de la intensidad.
  • Ejemplo: golpeteo suave sobre la espalda o el pecho.

4. Presiones suaves y puntos de liberación

Aplicar presión leve en zonas específicas para aliviar contracturas o tensiones focalizadas, sin causar dolor.

  • Se realiza con los dedos pulgares o la base de la mano.
  • Debe respetar siempre la reacción del niño para evitar incomodidades.

Guía Práctica para la Aplicación del Quiromasaje en el Lactante y Niño

Preparación del ambiente

  • Temperatura agradable: mantener el espacio cálido y libre de corrientes de aire.
  • Ambiente tranquilo: reducir ruidos y luces intensas para favorecer la relajación.
  • Material adecuado: usar cremas o aceites naturales aptos para piel sensible, siempre evaluando posibles alergias.
  • Posición confortable: colocar al niño sobre una superficie cómoda y segura, como una manta o camilla con apoyo cervical.
  • Manos limpias y cálidas: la higiene y la temperatura corporal son clave para un tacto agradable.

Recomendaciones durante la sesión

  • Observar las reacciones del niño para ajustar presión y duración.
  • Comenzar con movimientos suaves e incrementar paulatinamente según la tolerancia.
  • Evitar sesiones prolongadas; lo ideal es realizar entre 10 a 20 minutos dependiendo de la edad y estado.
  • Mantener una comunicación afectuosa, hablando con calma para fortalecer la confianza.
  • Planificar sesiones periódicas para optimizar resultados, siempre respetando los tiempos de descanso.

Ejemplo de rutina sencilla para lactantes con cólicos

  1. Calentar aceite de masaje

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