128.Síndrome del Túnel Tarsiano: Patología y Síntomas.

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Síndrome del Túnel Tarsiano: Patología y Síntomas

El Síndrome del Túnel Tarsiano es una patología que afecta el nervio tibial posterior a nivel del tobillo, generando dolor, hormigueo y sensación de adormecimiento en la planta del pie y dedos. Esta afección, aunque menos conocida que el túnel carpiano en la muñeca, impacta significativamente la calidad de vida de quienes la padecen. Desde la perspectiva de las terapias naturales y el cuidado osteopático, comprender a fondo esta condición es fundamental para un abordaje efectivo y respetuoso con el cuerpo.


¿Qué es el Síndrome del Túnel Tarsiano?

El túnel tarsiano es un canal estrecho situado en la cara interna del tobillo, formado por huesos y el retináculo flexor, que es un ligamento fuerte que mantiene unidas las estructuras dentro del túnel. Por este espacio transcurren el nervio tibial posterior, arterias, venas y tendones importantes para el correcto funcionamiento del pie.

Cuando este túnel se estrecha o las estructuras dentro del mismo sufren inflamación o compresión, el nervio tibial posterior puede verse comprometido, presentándose el cuadro clínico conocido como Síndrome del Túnel Tarsiano. La irritación o compresión nerviosa provoca síntomas que afectan principalmente la parte plantar y media del pie.

Importancia anatómica del nervio tibial posterior

El nervio tibial posterior es una rama del nervio ciático, responsable de inervar la piel, arterias y músculos de la planta del pie. Su correcta función es vital para mantener el control motor, la sensibilidad táctil y la propiocepción en esta zona.


Causas y factores de riesgo

Existen múltiples factores que pueden provocar la aparición del Síndrome del Túnel Tarsiano, y en muchos casos, suelen actuar de forma combinada. Conocer estas causas ayuda a prevenir y tratar la afección desde un enfoque integral.

Principales causas

  • Traumatismos repetitivos: Actividades que impliquen presión excesiva o movimientos repetitivos en el tobillo pueden inflamar o dañar las estructuras del túnel.
  • Alteraciones anatómicas: Presencia de gangliones, quistes, o deformidades óseas que reduzcan el espacio del túnel.
  • Edema e inflamación: Inflamaciones locales o sistémicas que influyan sobre tejidos cercanos.
  • Enfermedades sistémicas: Diabetes mellitus, artritis reumatoide o hipotiroidismo que predisponen a neuropatías periféricas.
  • Biomecánica alterada: Pie plano o pie cavo, que modifica la distribución de cargas y tensión sobre el túnel y nervio.

Factores de riesgo adicionales

  • Edad avanzada, debido a la degeneración natural de tejidos.
  • Sobrepeso, que aumenta la presión sobre el pie y tobillo.
  • Práctica deportiva intensa, especialmente en deportes de impacto.
  • Uso prolongado de calzado inadecuado que provoca presión constante.

Síntomas característicos del Síndrome del Túnel Tarsiano

La manifestación clínica varía en intensidad y duración, pero existe un patrón común que permite identificar esta condición y diferenciarla de otras neuropatías.

Principales síntomas

  • Dolor local: Se percibe en la cara interna del tobillo, que puede irradiar hacia la planta del pie y dedos.
  • Hormigueo y adormecimiento: Sensación de “alfileres y agujas” en la planta, que suele empeorar durante la noche.
  • Debilidad muscular: La compresión nerviosa prolongada puede afectar la fuerza y coordinación para caminar.
  • Inflamación y sensibilidad aumentada: En casos avanzados, el área puede estar sensible al tacto e incluso inflamada.
  • Mayor sintomatología al estar de pie o caminar: El esfuerzo prolongado suele agravar el cuadro clínico.

Signos clínicos

  • Prueba de Tinel positivo: al percutir suavemente sobre el túnel tarsiano se reproduce el dolor o sensación eléctrica.
  • Alteraciones en la marcha por debilidad o dolor.
  • Pérdida de sensibilidad táctil o vibratoria en la planta del pie.

Diagnóstico diferencial y pruebas complementarias

Un diagnóstico acertado es crucial para determinar el tratamiento más adecuado. Se debe distinguir el Síndrome del Túnel Tarsiano de otras patologías que generan síntomas similares.

Otras patologías a considerar

  • Neuropatía diabética.
  • Radiculopatía lumbar.
  • Fascitis plantar.
  • Lesiones ligamentarias o tendinosas del tobillo.
  • Compresión del nervio peroneo.

Pruebas diagnósticas comunes

  • Exploración física detallada: Palpación, pruebas de sensibilidad y fuerza.
  • Electromiografía y estudios de conducción nerviosa: Para confirmar compresión del nervio tibial posterior.
  • Resonancia magnética o ecografía: Para visualizar posibles estructuras que comprimen el nervio.

Abordaje terapéutico desde la terapia natural y osteopatía

Además de las opciones médicas convencionales, la osteopatía y otras terapias naturales se posicionan como aliados para recuperar la función, aliviar el dolor y mejorar la calidad de vida sin recurrir siempre a la cirugía.

Manejo inicial y cuidados generales

  • Descanso relativo: Reducir actividades que agravan el dolor para disminuir inflamación.
  • Calzado adecuado: Utilizar zapatos cómodos, con buen soporte y espacio suficiente para los dedos.
  • Aplicación local de frío o calor: Para controlar inflamación y aliviar molestias.
  • Ejercicios de estiramiento y fortalecimiento: Mejoran la biomecánica y la estabilidad del pie y tobillo.

Intervención osteopática

La osteopatía trabaja sobre el cuerpo de forma global, buscando restaurar el equilibrio y la movilidad articular, mejorar la circulación y liberar tensiones que puedan contribuir a la compresión nerviosa.

  • Manipulación y movilización articular: En tobillo, pie y relacionadas para mejorar el espacio del túnel.
  • Trabajo sobre tejidos blandos: Técnicas de masaje, liberación miofascial y estiramientos.
  • Corrección postural y balance biomecánico: Para prevenir recaídas, mejorando la pisada y la carga corporal.
  • Asesoramiento en hábitos saludables: Desde el calzado hasta la actividad física adecuada.

Apoyo con terapias complementarias

  • Aromaterapia: Uso de aceites esenciales con propiedades antiinflamatorias y analgésicas, como el aceite esencial de lavanda o jengibre, que complementan el tratamiento al fomentar relajación y alivio del dolor.
  • Fitoterapia: Plantas que reducen la inflamación y el dolor, como la cúrcuma o la árnica, pueden ser incorporadas bajo asesoramiento profesional.
  • Acupuntura: Técnica milenaria para estimular puntos claves y aliviar síntomas nerviosos.

Prevención y autocuidado para evitar el Síndrome del Túnel Tarsiano

La prevención es la mejor manera de evitar complicaciones y la cronicidad del síndrome. Implementar hábitos saludables favorece la longevidad del bienestar podal y general.

Consejos prácticos

  1. Elegir calzado adecuado: Evitar zapatos demasiado ajustados o con tacones altos que alteren la posición natural del pie.

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