
81.Sistema Nervioso Autónomo: División Simpática y Parasimpática.
Sistema Nervioso Autónomo: División Simpática y Parasimpática
El sistema nervioso autónomo (SNA) es una red compleja e imprescindible que regula funciones vitales en nuestro organismo sin que tengamos que pensar en ello. Desde la frecuencia cardíaca hasta la digestión, el SNA mantiene el equilibrio interno del cuerpo en constante adaptación a las circunstancias externas e internas. Este sistema se divide en dos ramas fundamentales: la división simpática y la división parasimpática, que actúan en conjunto, pero con efectos contrapuestos, para preservar la homeostasis.
¿Qué es el Sistema Nervioso Autónomo?
El sistema nervioso autónomo es parte del sistema nervioso periférico y controla funciones involuntarias como la respiración, la circulación sanguínea, la digestión, la sudoración, entre otras. Opera de forma inconsciente para mantener la estabilidad del medio interno (homeostasis) y permitir la adaptación a distintos estados del cuerpo, desde el reposo hasta la actividad intensa.
Funciones generales del SNA
- Regulación de la presión arterial y ritmo cardíaco.
- Control de la motilidad gastrointestinal y la secreción de glándulas.
- Modulación de la respiración y dilatación de vías aéreas.
- Mantenimiento del equilibrio hídrico y electrolítico mediante la función renal.
- Respuesta a estímulos de estrés o relajación.
División Simpática: El Sistema de Respuesta al Estrés
La división simpática del sistema nervioso autónomo se activa principalmente durante situaciones que demandan un esfuerzo físico o mental elevado —como el miedo, el estrés o la actividad física— y prepara al cuerpo para la acción mediante la respuesta conocida como “lucha o huida”.
Características principales de la división simpática
- Ubicación: Las fibras nerviosas simpáticas se originan en la médula espinal, en la región torácica y lumbar.
- Neurotransmisores: Principalmente noradrenalina (norepinefrina) y adrenalina.
- Efectos fisiológicos: Incremento del ritmo cardíaco, dilatación de las pupilas, redistribución del flujo sanguíneo hacia músculos esqueléticos, liberación de glucosa para energía rápida.
Mecanismos y acciones del sistema simpático
Cuando el cuerpo se enfrenta a un estímulo estresante, los centros nerviosos superiores envían señales que las fibras simpáticas estimulan diversos órganos:
- Corazón: Aumenta la frecuencia y fuerza de contracción, incrementando el gasto cardíaco.
- Pulmones: Dilatación de los bronquios para mejorar el aporte de oxígeno.
- Pupilas: Midriasis para mejorar la percepción visual.
- Glucosa: Liberación de glucosa almacenada para proporcionar energía inmediata.
- Vísceras digestivas: Disminución de la actividad para redirigir recursos a músculos y cerebro.
“El sistema simpático nos prepara para enfrentar desafíos, activando todo nuestro potencial físico y mental.”
División Parasimpática: El Sistema de Recuperación y Conservación
En contraste, la división parasimpática actúa en momentos de descanso y recuperación, promoviendo la relajación, la regeneración y el ahorro energético. Se la asocia con el “descanso y digestión”, ya que favorece funciones que consumen energía pero que son necesarias para la salud a largo plazo.
Características principales de la división parasimpática
- Ubicación: Las fibras parasimpáticas emergen del tronco encefálico y de la región sacra de la médula espinal.
- Neurotransmisor: Principalmente acetilcolina.
- Efectos fisiológicos: Disminución del ritmo cardíaco, estimulación de la digestión, contracción de las pupilas, promoción de la absorción y almacenamiento de nutrientes.
Mecanismos y acciones del sistema parasimpático
Cuando el cuerpo está en estado de reposo o después de ingerir alimentos, la rama parasimpática activa:
- Corazón: Disminución de la frecuencia cardíaca y conservación de energía.
- Tracto gastrointestinal: Estimulación de la motilidad y secreción de enzimas digestivas.
- Pupilas: Miosis o constricción para proteger los ojos y facilitar la visión cercana.
- Glándulas salivales y lacrimales: Aumentan su actividad para la lubricación y protección.
“A través de la acción del sistema parasimpático, el cuerpo reinicia sus funciones para recuperarse y mantenerse saludable.”
Interacción entre las divisiones simpática y parasimpática
El equilibrio entre estas dos ramas es fundamental para mantener la homeostasis. Aunque sus acciones suelen ser antagonistas, no son mutuamente excluyentes; más bien, actúan de manera complementaria y coordinada según las necesidades del organismo.
Ejemplos de balance dinámico
- En ejercicio físico: Predomina la actividad simpática para preparar el cuerpo y la parasimpática disminuye.
- Durante la digestión: La actividad parasimpática es la dominante para favorecer el proceso digestivo, mientras el simpático reduce su acción.
- En situaciones emocionales: El equilibrio se adapta, alternando entre estados de estrés y relajación.
Importancia del sistema nervioso autónomo en la salud y las terapias naturales
El impacto del sistema nervioso autónomo sobre la salud es innegable. Los desequilibrios en su funcionamiento pueden derivar en patologías como la hipertensión, trastornos digestivos, ansiedad, enfermedades cardiovasculares, y más. Por ello, muchas terapias naturales buscan regular y armonizar la actividad de ambas divisiones para mejorar el bienestar integral.
Estrategias para equilibrar el sistema nervioso autónomo
- Aromaterapia: Utilización de aceites esenciales que fomentan el equilibrio nervioso, por ejemplo, lavanda para la relajación.
- Ejercicio físico moderado: Estimula la capacidad adaptativa del sistema nervioso autónomo.
- Prácticas de respiración consciente: Como la respiración diafragmática para activar el sistema parasimpático.
- Medicación natural y fitoterapia: Uso de plantas adaptógenas como la raíz de valeriana o la manzanilla.
- Terapias manuales: La osteopatía y masajes ayudan a reducir la tensión y restaurar el equilibrio nervioso.
El papel de la osteopatía en la regulación del SNA
La osteopatía, una terapia manual integral, se centra en liberar tensiones y corregir disfunciones del sistema musculoesquelético que pueden afectar al sistema nervioso autónomo.
Mediante técnicas suaves y específicas, el osteópata busca normalizar la comunicación entre el sistema nervioso y los órganos, favoreciendo tanto la rama simpática como parasimpática, y promoviendo el bienestar global.
“La osteopatía no solo trata el cuerpo físico; es también un puente para restaurar la armonía del sistema nervioso y revitalizar tu salud.”
Conclusiones finales
Comprender la división simpática y parasimpática del sistema nervioso autónomo es clave para adoptar hábitos y terapias que favorezcan un equilibrio saludable.
En una sociedad con altos niveles de estrés, prestar atención a esta dinámica interna puede marcar la diferencia entre la enfermedad y